Las computadoras están ejerciendo una fuerte influencia en política internacional, al mostrar en su contenido lo complicada que es la telaraña de relaciones entre diversos grupos radicales, que por desgracia nos ha tocado presenciar. Ahora, desde el punto de vista bizarro del gobierno revolucionario, hay computadoras buenas y otras malas. Las buenas y confiables son aquellas que contienen información que benefician al gobierno nacional, las demás son basura.
El 01 de Marzo las fuerzas armadas de Colombia dieron un duro golpe a la guerrilla de las FARC al destruir el campamento guerrillero de (a) Raúl Reyes. Dos días después el Director de la Policía Colombiana, General Oscar Naranjo, declaró que los computadores de Reyes contenían información que comprometían a los presidentes Hugo Chávez y a Rafael Correa, por mantener estrechas relaciones con el grupo guerrillero y darles apoyo financiero, logístico y armamentístico.
Inmediatamente, el “cocorroneado” ministro Ramón Rodríguez Chacín, salió presto ante los medios a desmentir tal versión. Aseguraba que todo lo dicho por el gobierno colombiano era falso, mientras que él si poseía pruebas obtenidas de un computador proveniente del narcotraficante Wilber Varela (a) “Jabón”, en un operativo policial en el estado de Mérida, donde existían evidencias de los íntimos nexos que tenía este narcotraficante con el director de la policía colombiana.
Después de la “tregua” que por razones comerciales declararan mutuamente Uribe y Chávez en la refinería de Cardón, el 23 de Julio el senador colombiano Jairo Clopatofsky, del partido oficialista de la U (Partido Uribista), vuelve a insistir en el tema y asegura que demandará a Hugo Chávez y a Rafael Correa ante la Corte Penal Internacional (La Haya), ya que, según aseguró, tiene la información necesaria que inculpa a ambos presidentes de brindarle apoyo a las FARC. Según el senador, estas pruebas provendrían del computador del difunto (a) Raúl Reyes, y además fundamentó su denuncia en el artículo 15 del Estatuto de Roma – del cual Venezuela es firmante-, donde explícitamente se deja sentado que “ningún estado o nación puede darle apoyo a organizaciones terroristas”.
Como por arte de magia, el día 25 de Julio apareció una noticia en el diario “El Tiempo” de Bogotá, donde se hace del conocimiento público que un paramilitar de nombre Ever Veloza (a) H.H., entregó a la fiscalía general colombiana un disco duro “portátil” –léase Pen Drive- que contiene un documento donde el ex líder máximo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) desmovilizadas desde 2006 -el fallecido Carlos Castaño- señalaba a Hugo Chávez y a su ministro Rodríguez Chacín como objetivos militares y por lo tanto habían sido sentenciados a muerte por apoyar a las FARC.
¡La maniobra política es tan burda que hasta un niño de preescolar la descubriría!
Las preguntas que cabrían hacerse son: ¿por qué los venezolanos debemos estar involucrados en este tipo de situaciones radicales y enredos sucios? ¿Hasta cuándo durará esta manera pestilente de hacer política en Venezuela?
Todos sabemos que este tipo de denuncias solo sirven para alcanzar centimetraje en la prensa y publicidad, pero no conducirán a ninguna parte, pues el tamaño del intercambio comercial es mucho más importante para los gobiernos de Colombia y Venezuela que la ética política.
Por lo visto, parece que todavía nos quedan por ver algunos capítulos más entre intrigas, rupturas, amapucheos y dimes y diretes de esta serie de la “Ciberpolítica” protagonizada por Hugo Chávez y Álvaro Uribe.
El 01 de Marzo las fuerzas armadas de Colombia dieron un duro golpe a la guerrilla de las FARC al destruir el campamento guerrillero de (a) Raúl Reyes. Dos días después el Director de la Policía Colombiana, General Oscar Naranjo, declaró que los computadores de Reyes contenían información que comprometían a los presidentes Hugo Chávez y a Rafael Correa, por mantener estrechas relaciones con el grupo guerrillero y darles apoyo financiero, logístico y armamentístico.
Inmediatamente, el “cocorroneado” ministro Ramón Rodríguez Chacín, salió presto ante los medios a desmentir tal versión. Aseguraba que todo lo dicho por el gobierno colombiano era falso, mientras que él si poseía pruebas obtenidas de un computador proveniente del narcotraficante Wilber Varela (a) “Jabón”, en un operativo policial en el estado de Mérida, donde existían evidencias de los íntimos nexos que tenía este narcotraficante con el director de la policía colombiana.
Después de la “tregua” que por razones comerciales declararan mutuamente Uribe y Chávez en la refinería de Cardón, el 23 de Julio el senador colombiano Jairo Clopatofsky, del partido oficialista de la U (Partido Uribista), vuelve a insistir en el tema y asegura que demandará a Hugo Chávez y a Rafael Correa ante la Corte Penal Internacional (La Haya), ya que, según aseguró, tiene la información necesaria que inculpa a ambos presidentes de brindarle apoyo a las FARC. Según el senador, estas pruebas provendrían del computador del difunto (a) Raúl Reyes, y además fundamentó su denuncia en el artículo 15 del Estatuto de Roma – del cual Venezuela es firmante-, donde explícitamente se deja sentado que “ningún estado o nación puede darle apoyo a organizaciones terroristas”.
Como por arte de magia, el día 25 de Julio apareció una noticia en el diario “El Tiempo” de Bogotá, donde se hace del conocimiento público que un paramilitar de nombre Ever Veloza (a) H.H., entregó a la fiscalía general colombiana un disco duro “portátil” –léase Pen Drive- que contiene un documento donde el ex líder máximo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) desmovilizadas desde 2006 -el fallecido Carlos Castaño- señalaba a Hugo Chávez y a su ministro Rodríguez Chacín como objetivos militares y por lo tanto habían sido sentenciados a muerte por apoyar a las FARC.
¡La maniobra política es tan burda que hasta un niño de preescolar la descubriría!
Las preguntas que cabrían hacerse son: ¿por qué los venezolanos debemos estar involucrados en este tipo de situaciones radicales y enredos sucios? ¿Hasta cuándo durará esta manera pestilente de hacer política en Venezuela?
Todos sabemos que este tipo de denuncias solo sirven para alcanzar centimetraje en la prensa y publicidad, pero no conducirán a ninguna parte, pues el tamaño del intercambio comercial es mucho más importante para los gobiernos de Colombia y Venezuela que la ética política.
Por lo visto, parece que todavía nos quedan por ver algunos capítulos más entre intrigas, rupturas, amapucheos y dimes y diretes de esta serie de la “Ciberpolítica” protagonizada por Hugo Chávez y Álvaro Uribe.
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