RESUMEN DE MI VIDA PROFESIONAL Y POLÍTICA

domingo, 9 de mayo de 2010

¿MOCKUS O SANTOS?


Colombia se enfrenta a una desición dicotómica que determinará su futuro inmediato en forma irreversible. La escogencia del nuevo presidente definirá si se continúa con la eficiente política desarollada por Álvaro Uribe Vélez denominada "Seguridad democrática" de manos del candidato oficial Juan Manuel Santos, o si por el contrario se toma un camino distinto, señalado por Antanas Mockus como "Legalidad democrática" y su "Movimiento Verde".

Juan Manuel Santos ha sido el ejecutante de la eficiente política antiguerrillera y antidrogas de Uribe, política que por cierto, ha puesto a la guerrilla a la defensiva, con un muy alto número de bajas y de deserciones, la mayoría de los cuales se han acogido al proceso de pacificación.

Álvaro Uribe además, ha conducido a Colombia a un bienestar económico como nunca antes se había vivido, a tal punto que, después de superado el bajón inicial, poco ha importado perder el mercado con Venezuela producto del enfrentamiento presidencial entre ambos países, pues ha sabido moverse con facilidad en la búsqueda de nuevos mercados, para la colocación de su múltiples productos de exportación. Al fin de cuentas, es Venezuela la que ha sufrido la ausencia de estos productos, pues su economía de puertos la hace absolutamente dependiente de la producción alimentaria exógena.

Santos ha sido muy frontal en las relaciones con Venezuela. Eso le ha ganado el odio de Chávez, quien por muchos esfuerzos que haga, no puede ocultar su admiración y afinidad por las FARC. Santos en su posición de ministro de la defensa, dirigió el ataque a la guerrilla en territorio ecuatoriano para dar muerte a Raúl Reyes -quien había sido recibido por Chávez en Caracas-, también la operación militar "Jaque" para rescatar a Ingrid Betancourt y a tres norteamericanos -que dejó los ojos claros y sin vista a muchos- ,demuestrando la capacidad de la inteligencia del ejército colombiano, apoyada por los sistemas de vigilancia norteamericanos. Todo esto pone muy nervioso a Chávez, quien ve en Santos la prolongación del cerco al que es sometido, en su sueño por expandir su revolución hacia Colombia.

Mockus por su parte, desarrolló una interesante política de ahorro de recursos, en especial para poder recuperar la estructura vial de Bogotá, así como pedagógica en el comportamiento del bogotano en cuanto a lo cívico. En contraposición, Mockus ha tenido comportamientos que riñen con la moral y las buenas costumbres. Como ejemplo, famoso es el acto de bajarse los pantalones y mostrar su trasero en una asamblea de estudiantes, hecho realizado con absoluta vulgaridad. Pero además, Mockus ha desarrollado una campaña presidencial donde cada vez que emite una respuesta espontánea, es obligado a pedir perdón, una y otra vez.

Cuando Mockus declaró que "había algunas cosas por las que admiraba a Chávez", se vio en la necesidad de aclarar que lo hacía porque había sido electo y reelecto democráticamente; posteriormente, respondió afirmativamente a la pregunta si extraditaría a Uribe a Ecuador por el ataque al campamento de Raúl Reyes, aclarando después que desconocía que no podía hacerlo , porque la Constitución lo prohibe al tratarse de un "acto de estado"; y por último, declaró no creer en Dios, para después retroceder y decir que iba a misa cinco o seis veces al año. Por si fuera poco, Gustavo Petro (Polo Democrático) líder de izquierda, populista y candidato de Chávez, ha declarado que apoyaría a Mockus en una eventual segunda vuelta.

En fin, a Colombia y a los colombianos le toca decidir entre quien se ha mostrado absolutamente autentico en sus posiciones en cuanto a sus principales problemas, o en una segunda opción representada por quien parece tener una mazo inagotable de cartas debajo de la manga.