RESUMEN DE MI VIDA PROFESIONAL Y POLÍTICA

domingo, 21 de diciembre de 2008

LA PSICOLOGÍA DE LA DERROTA


Después del 2-D de 2007, habiéndose frustrado el gran sueño de Hugo Chávez de convertir a Venezuela en un estado socialista gobernado por él mismo hasta la eternidad, su actitud en una primera instancia fue racional. Pensó que había que darse tiempo, atribuyó su derrota al haberse establecido una meta muy alta para el nivel de conciencia política del pueblo, a la falta de ayuda desde las gobernaciones y alcaldías y a la falta de organización, planificación y trabajo político.

Sin embargo, a las pocas horas, con una gran dosis de visceralidad y agresividad como suele caracterizarle, inició una cacería de brujas en lo interno, apartando de su entorno a gobernadores y alcaldes a quienes juzgó como incapaces y traidores por no haber hecho lo suficiente para asegurar su victoria en sus regiones.

Contra el liderazgo opositor desató una agresividad mayor aún y con su lenguaje escatológico dejó al descubierto una vez más su podrida alma. Utilizando todos el poder que acapara desde el ejecutivo, legislativo y electoral, se convirtió en el “Supercandidato” para las elecciones regionales para mantener la hegemonía política en el país. Solo confió a medias regiones estratégicas a quienes supone sus incondicionales, como fue el caso de: Diosdado cabello en Miranda, Mario Silva en Carabobo, Jesee Chacón en el municipio Sucre, Aristóbulo Istúriz para la Alcaldía Metropolitana de Caracas, Giancarlo Di Martino en la gobernación del Zulia Y Jorge Rodríguez (hijo) para la alcaldía del municipio Libertador en la capital. Pero, exceptuando esta última, en todas las demás zonas estratégicas perdió electoralmente.

Esta vez, no hubo proceso racional de adaptación a la frustración, puesto que la urgencia de la situación económica que se le viene encima al país no le permite darse ese lujo y convoca a través de los borregos de La Asamblea Nacional y el CNE al referendo sobre la enmienda constitucional sobre la reelección indefinida presidencial, asegurando además, que una vez logrado el triunfo profundizará el proceso socialista, negando la realidad.

En el fondo, se trata que un ser con el ego tan inflado como Hugo Chávez asegura que el pueblo venezolano quiere el socialismo como medio de vida, así como está plenamente convencido de ser indispensable y que se le quiere como presidente vitalicio. Su angustia, sus miedos, su inseguridad de perder el poder y la pérdida de su imagen, inconcientemente le obligan a negar y a justificar la derrota, reprime ideas (como por ejemplo, no perdió Caracas porque ganó en el municipio libertador, aunque haya perdido en todas las demás áreas que conforman el Distrito Metropolitano o no perdió Carabobo, porque aunque la gobernación está en manos de la oposición, las alcaldías tienen “rodeado” al gobernador”). Aplicando el mecanismo de regresión, radicaliza más su discurso y acomete una serie de actos ilegales en contra de adversarios (como es el caso de Manuel Rosales) o impide la toma del cargo de gobernadores (como lo hizo con Enrique Salas en Carabobo y César Pérez Vivas en Táchira).

Proyecta o transfiere la culpa de la derrota en sus subalternos y comienza por hacer firmar a los nuevos alcaldes y gobernadores, un compromiso de lealtad para trabajar por la reelección presidencial.

Chávez niega la realidad y vive su fantasía socialista y totalitaria y, ¿es que él puede hacer otra cosa? Por Chávez esperan múltiples juicios a nivel nacional e internacional por delitos de diversa índole.

Lamentablemente para él y felizmente para los venezolanos, las encuestas dicen que volverá a perder este proceso electoral de forma plebiscitaria el 15 de Febrero de 2009 y su piso político seguirá deteriorándose. Su mandato tiene fecha de vencimiento en el 2012 (si es que su debilitamiento político le permite llegar allá) y mientras tanto, Venezuela irá fortaleciéndose democráticamente.

sábado, 6 de diciembre de 2008

COMPORTAMIENTO ANIMAL


Cuando se utilizan ratas en laboratorios de experimentación, poniéndolas a todas juntas en una jaula para entender su comportamiento social, se puede apreciar que al incio se revuelven y comparten el espacio amigablemente. Después de cierto tiempo, cada una de las ratas se retraen y se ubican en un espacio que consideran su territorio exclusivo y son capaces de pelear a muerte por él. Los chavistas después de perder algunas alcaldías y gobernaciones muy importantes, estratégicamente hablando, se resisten como las ratas a entregar espacios que ellos consideraban suyos, irrespetando la voluntad popular.

Han desvalijado las sedes, traspasado sus competencias descentralizadas como hospitales y escuelas al gobierno central, han desarmado a las policías, han llenado de grafittis las fachadas de gobernaciones y alcaldías y han impedido los actos de proclamación de las nuevas autoridades de la oposición.

Ya han comenzado las denuncias de los gobernantes entrantes sobre las irregularidades y delitos a las que se habían acostumbrado los derrotados gobernantes rojos. Al final, las acciones, las iniciativas de gobernadores y alcaldes opositores a favor de los más necesitados y en pos de ciudades más humanizadas, harán retroceder a las ratas hacia sus cañerías, las mismas donde permanecieron escondidos, conspirando contra la democracia y la libertad.

lunes, 1 de diciembre de 2008

EL SUPERCANDIDATO


El “supercandidato” se siente frustrado. Ya no es el mismo estratega de antes. Dos derrotas electorales seguidas son demasiado para su atormentada alma y su inflado ego. Primero fue la derrota del 2-D por la reforma constitucional que nos convertiría en un estado comunista y después fue la derrota del 23-N. Ambas llevaban implícito el aseguramiento de mantenerse en el poder para siempre y dos veces el pueblo le ha dicho que no.

Sacrificar algunas gobernaciones y alcaldías era un riesgo calculado, porque el verdadero objetivo de convertirse en “supercandidato” era levantar sus puntos en las encuestas. Ni lo uno ni lo otro salió como lo esperaba. En primer lugar, el incremento de su popularidad no cumplió con sus expectativas y la pérdida de gobernaciones y algunas alcaldías tan importantes le quitan el sueño.

Cualquier ser sensato esperaría un mejor momento político, pero su comportamiento derrotista y su narcisismo se lo impiden. No se trata de mantener y repetir conductas que le hayan traído resultados negativos porque ha sopesado los costos contra los beneficios políticos. Se trata de una especie de conducta obsesiva de propiciarse autoderrotas.

Él mismo reconoció en entrevista televisada el terrible error que había sido cerrar a RCTV y que esto le había traído muchas consecuencias negativas en lo interno y lo externo, y a pesar de eso continúa cerrando emisoras de radio y amenaza con el cierre de Globovisión. Y ahora, dio la orden para que el PSUV (y el pueblo) solicite rápidamente la enmienda constitucional para la reelección presidencial. Claro, él no puede hacer otra cosa. No hay sucesores que lideren su revolución de pacotilla y por otra parte, al dejar el poder tendría que responder por los delitos por violación de DDHH y de lesa humanidad que tiene pendientes ante la justicia.

En mi opinión, si la oposición quisiera hacer un movimiento inteligente le pediría tanto a los medios de comunicación como a los miembros de sus partidos políticos, quitarle el foco de atención a tan estúpida amenaza. Es más, creo que no deberíamos mover ni un dedo para impedirlo. Peor aún, creo que deberíamos facilitársela, de cualquier manera los poderes del estado secuestrados por él le aprobarán la enmienda y así nos evitaríamos meses de confrontación estéril. No debemos olvidar que la atención de los alcaldes y gobernadores de oposición debe estar centrada en lograr una excelente gestión para ganarse el electorado.

Que sea Hugo Chávez el candidato presidencial para el 2012 y que rinda cuenta de su pésima gestión. Si el 2-D el pueblo demostró que no quiere comunismo y el 23-N dijo que estaba cansado de Chávez y sus ineficaces y corruptos secuaces, ¿cómo se sentirá en el 2012?