En primer lugar, quiero dejar en claro que lo que en este blog se escribe no es más que un ejercicio científico para tratar de llegar a la verdad en el caso del cáncer que aqueja al presidente Hugo Chávez, debido a la importancia que tiene ese hecho para el devenir político en Venezuela. Y en segundo lugar, dejar claro que la controversia y la polémica suscitada es producto única y exclusivamente de la ausencia de un parte médico oficial (diagnóstico, tratamiento y evolución del paciente), tal como se hace en cualquier parte del globo terráqueo.
Mi teoría, ya suficientemente expuesta, trata sobre la posibilidad que el cáncer de Hugo Chávez esté localizado primariamente (punto de partida) en el colon ascendente. La teoría del Dr. Navarrete, quien sea dicho de paso no ha formado parte del equipo médico tratante de presidente, fue la difundida anónimamente por un médico oncólogo. Este última teoría consiste en que la localización primaria del cáncer estuvo en el músculo Psoas-Ilíaco derecho.
Ambos elementos, tanto la primera porción del colon ascendente, como del músculo Psoas se ubican en la fosa ilíaca derecha. Ver gráficas:
Como se observa, ambas estructuras, una de tipo viscera hueca y la otra muscular, se ubican en la fosa ilíaca derecha y de allí el origen del principal error de la medicina cubana. Cuando Chávez llega a la Habana por el intenso dolor que presentaba, regresando de su gira por América del Sur, su problema ¡¡¡es confundido por una apendicitis complicada con un plastrón!!!, contraviniendo la norma quirúrgica de no intervenir hasta tanto se tenga plena seguridad de que tipo de tumor se trata.
Para entender mejor este asunto, vea el lector en la gráfica que el apéndice se ubica en el ciego (extremo inicial del colon ascendente). El plastrón es una masa que el peritoneo (membrana que recubre los órganos abdominales) conforma para intentar localizar la infección en la fosa ilíaca derecha, es decir, es un mecanismo de defensa.
Una simple radiografía de abdomen, una Tomografía Axial Computarizada (TAC) y/o una Resonancia Magnética Nuclear (RMN) del área podía haber dado mucha información pertinente y en caso necesario, podía haberse hecho una laparoscopia exploratoria (vía sonda óptica) para orientarse en el diagnóstico. Sin embargo, "la mejor medicina del mundo" según Chávez, no procedió así. Intervinieron a "cielo abierto" en primera intención y seguramente han debido llevarse una terrible sorpresa. Obsérvese la calidad de imagen que puede obtenerse con una simple TAC de abdomen:
El músculo Psoas interviene en el movimiento de la extremidad inferior. El daño en este músculo pudo haber sido el responsable del dolor y la incapacidad locomotriz del presidente, pues desde hacía algún tiempo "la mejor medicina del mundo" le había diagnosticado una lumbalgia y un "problema" de rodilla, según declaraciones del propio Chávez ante José Vicente Rangel, cuando en realidad no era otra cosa que dolor referido. En las fotos se observa a Chávez usando un bastón y hasta dos:
Pues lo cierto es que una vez extirpado el tumor, hasta allí fue necesario el bastón. La mal praxis de la medicina cubana en el caso del presidente Hugo Chávez ha sido más que evidente. Es lamentable que el presidente no haya confiado en la capacidad científica de sus propios compatriotas. Muy probablemente no se encontraría en el estado actual.
Hugo Chávez ha sido sometido a sesiones de quimioterapia que pudiera haber traído en consecuencia la falla renal. De igual manera, el uso de la quimioterapia produce desmielinización (pérdida de la membrana que recubre los nervios). Cualquiera que sea el caso, sea por utilización de esteroides exógenos (suminstrados para aliviar el dolor) o por producción endógena (hay tumores que se comportan como una glándula y secretan esterodies) el paciente puede caer en el sindrome de Cushing e insuficiencia renal. Este síndrome se caracteriza clínicamente por aumento de la corporalidad del paciente, para decirlo en palabras simples. El aspecto del paciente no deja duda:
Para los efectos prácticos en la estimación del pronóstico del paciente, se trate de un cáncer de colon ascendente en estapa avanzada (estadio III o IV) o un cáncer de músculo psoas (rabdomiosarcoma) la sobrevida de los pacientes es de mal pronóstico.
Quien haya tenido un familiar que haya padecido de este terrible mal, puede dar fe del sufrimiento por el cual se atraviesa. Por eso quien suscribe este artículo, haciendo uso de mi ética médica y en el ejercicio de mi fe católica, espero que Hugo Chávez como ser humano que es, salga de este trance de la mejor manera que Dios le permita, pues la situación de salud que le aqueja es muy compleja y debe estar pasando por momentos muy difíciles.
No creo que intentar dar demostraciones de plena salud le sea favorable. Creo más bien que el reposo y ponerse en manos de especialistas venezolanos en el área, pudiera ser lo mejor para él y para su salud y desde el punto de vista político, utilizar lo mandante en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
