RESUMEN DE MI VIDA PROFESIONAL Y POLÍTICA

miércoles, 17 de octubre de 2007

CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Señor Presidente:

Lamento no poder iniciar esta misiva con el consabido “Estimado”, ya que ni por hipocresía ni por normativa en este tipo de comunicaciones, sería yo capaz de pasar por encima de mis principios. El resto se debe a que yo soy de esas personas que piensan que a personas como usted hay que tratarlas con el debido protocolo y darle la majestad de su cargo, independientemente si en el ejercicio de sus funciones usted se considere presidente de todos los venezolanos, incluyéndome.

Empecemos por poner las cosas en claro.

Yo al igual que usted, provengo de familia humilde. Yo al igual que usted, crecí en un ambiente lleno de limitaciones. Yo al igual que usted, fui influenciado en mi juventud por ideas de izquierda. Yo al igual que usted, crecí durante la llamada cuarta república. Yo al igual que usted estudié y me formé en planteles de educación gratuita. Yo al igual que usted, asistí a centros de salud públicos cada vez que lo necesité durante mi infancia y mi juventud, por no tener acceso a clínicas privadas. Yo al igual que usted me hice profesional gracias a las facilidades que el estado me brindó. Pero Señor Presidente, hay muchas cosas que nos diferencian a usted y a mí y quizás esas diferencias puedan explicar porque en este mismo país existen dos grupos, dos sociedades, dos mundos, que no lograrán entenderse y quizás pueda explicar también, el por qué usted NUNCA podrá instaurar su proyecto comunista.

Vamos por partes.

El hecho que provengamos de una familia humilde no le autoriza a usted ni a nadie a creer que todos los venezolanos debemos vivir en condiciones paupérrimas para ser “pueblo”. Eso tampoco le da a usted derecho a querer que todas las personas que con mucho sacrificio y trabajo logramos ascender de clase social, ahora debamos despojarnos de los que tanto nos costó, para beneficio de quienes no realizaron el mismo sacrificio. Si todos tuvimos las mismas oportunidades, allá aquellos que quisieron conformarse con lo que tenían y tomaron la vía fácil, la de la falta de sacrificio en el estudio y trabajo.
Una cosa es que el estado y los ciudadanos seamos solidarios con ellos y otra muy diferente que usted, desde su posición de influencia, trasmita el mensaje que hay que ir a la propiedad colectiva. Pero vamos a hablar claro. Todas esas interminables peroratas suyas sobre la igualdad, usted y yo sabemos que se deben al lavado de cerebro que usted diariamente amerita darle a los más necesitados, para que estén con usted “patria o muerte”. Así como también está usted muy claro, que mientras más desempleo haya, más dependen estas personas de sus dádivas y mientras más dependientes, más vulnerables y presionables son.

Ahora todos los venezolanos sabemos su historia. Sabemos que desde que usted ingresó a la Escuela Militar de Venezuela – con los recursos del estado y las oportunidades de la 4ª. República- estuvo siempre en contacto con militares de izquierda que fueron colocados allí por el mismo Fidel Castro, para poder lograr por esa vía –ya que por las armas y la invasión no pudo- ponerle la mano a la patria y a su riqueza. A diferencia de usted, muchas personas como yo, tomamos distancia de esas malas influencias, porque intuíamos que no nos conducirían a nada bueno.

También ahora sabemos que durante más de 20 años, usted y la mayoría de quienes ahora son gobierno o lo fueron, conspiraron para llegar al poder por asalto, planificaron su GOLPE DE ESTADO –sin edulcuramientos- y no lograron hacerse del poder. Pero ahora también sabemos que ese era su plan “A”. El plan “B” consistía en “asumir la responsabilidad” ante el país de las acciones de los fatídicos 3-F y 4-F, para obtener sus 15 minutos de fama, recalcando ante las cámaras de televisión: “compañeros oigan este llamado, el llamado que les hace el Comandante Chávez y depongan sus armas”.

Después de su encarcelamiento en Yare y de seguir conspirando desde la cárcel para el GOLPE DE ESTADO del 27-11, usted fue excarcelado y realizó por todo el país una campaña de llamado a la abstención. Fue allí cuando se enteró que usted vivía en un país democrático y que por esa vía jamás llegaría al poder. Es por eso que decidió plegarse a la vía democrática y lanzarse como candidato a la presidencia de la república en 1998. En esa campaña, le mintió usted al país cuando en una entrevista usted dijo: ”le aseguro al país que Hugo Chávez no es comunista”, a la mejor usanza de su admirado Fidel Castro cuando dijo en público después de haber triunfado y en Inglés -en claro mensaje a los EEUU-
“I am not comunist” y ya vemos como van las cosas.

Mientras usted conspiraba y hacía mal uso de los recursos que el estado otorgaba para su educación, el resto de los ciudadanos de bien nos dedicábamos a estudiar y a trabajar muy duro. Algunos de nosotros protestábamos en las calles contra los malos gobernantes, que uno tras otro desfilaban por nuestra patria, pero con una gran diferencia: nosotros siempre buscábamos acabar con esos malos regímenes para tener más y mejor democracia. Su lucha es por el totalitarismo. Si no concuerda conmigo, vea usted lo que opina un pensador como Tzvetan Todorov, filósofo y lingüista búlgaro, víctima y crítico del estado totalitario Stalinista en su país:

“El Estado totalitario gira en torno a ocho elementos sustanciales: colectivismo, teología de la liberación, clasismo, monismo, utopismo, milenarismo, despotismo y cientificismo”.

Paso a poner esto en criollo, para que nos entendamos mejor:

1) Colectivismo: doctrina que tiende a suprimir la propiedad particular, transferirla a la colectividad y confiar al estado la distribución de la riqueza
2) Teología de la liberación: movimiento cristiano que propone una nueva lectura del Evangelio, con un enfoque social y político influenciado por el Marxismo. ¿Recuerda usted quien dijo, “Bolívar y Jesucristo eran socialistas”?
3) Clasismo: actitud de quienes defienden la discriminación por motivos de pertenencia a otra clase social
4) Monismo: concepción común a todos los sistemas filosóficos que tratan de reducir los seres y fenómenos del universo a una idea o sustancia única, de la cual derivan y con la cual se identifican
5) Utopismo: plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación
6) Milenarismo: doctrina o creencia de los milenarios, donde se asegura que el reino de Dios durará 1000 años después de Cristo
7) Despotismo: autoridad absoluta no limitada por las leyes, abuso de poder en el trato hacia las demás personas
8) Cientificismo: tendencia a dar excesivo valor a las nociones científicas o pretendidamente científicas.

Hay que ser honesto, yo jamás le he escuchado a usted decir nada sobre el punto # 6.

Y continúa Todorov describiendo el totalitarismo:

“El Estado totalitario se construye sustancialmente en función de la colectividad, no del individuo, donde prima el nosotros en detrimento del yo. Por definición, el totalitarismo niega la alteridad. El yo personal, privado, se disuelve en el nosotros colectivo: la vida individual queda subsumida en la esfera pública, la totalidad de su existencia se supedita a la norma pública, incluidas las relaciones personales, los sentimientos, creencias o gustos. El nosotros de la gramática totalitaria elimina las diferencias entre el yo individual y los ellos, que son los enemigos a combatir y eliminar.

A su vez, el Estado totalitario deviene en una unidad teológico-política sobre los cimientos del dogma de Estado, con exigencia absoluta de adhesión espiritual a sus súbditos. Su instrumento es el monismo frente al pluralismo.
Aunque proclama la igualdad, la sociedad totalitaria implica profundas diferencias entre clases o castas, con una fortísima jerarquización y enormes privilegios para las que detentan el poder y sus adláteres (¿Boliburguesía?).

Promete a su vez la felicidad plena, el paraíso en la tierra, la utopía de un mundo nuevo, y aunque tal promesa nunca es cumplida, permanece ahí en estado latente como un futurible que algún día se hará presente perfecto. De ahí que el totalitarismo se define también como un utopismo.

Tanto el Milenarismo como el Utopismo totalitario pretenden instaurar la perfección en el hombre (el hombre nuevo), hacer de él un ser absolutamente perfecto, para lo cual no vacilan en utilizar cualquier medio a su alcance. «El utopismo, que presupone la posibilidad de realizar plenamente el bien por medio del orden social, tiene una tendencia inminente al despotismo», afirmaba en 1941 el filósofo ruso Sémion Frank”.

Señor Presidente, hablemos a calzón quitao. Después de leer a Teodorov, ¡hay que concluir que usted preside un régimen totalitario! No importa que usted trate de disfrazar el asunto con nuevos nombres tales como: socialismo del siglo XXI, socialismo indígena, autóctono, bolivariano, latinoamericano, etc., lo suyo se llama TOTALITARISMO. ¡Claro y raspao.!

Ahora que ya estamos más claros, vayamos al detalle de su gestión:

Usted se ha quejado siempre de los servicios de salud pública y de educación que existían en la cuarta república y ¿qué podemos decir del estado de los hospitales y de los centros educativos de ahora?, En cuanto a sus programas sociales, cuando usted formó sus famosas misiones no lo hizo por amor al pueblo, no. Usted lo hizo porque -según lo reconoció públicamente- “las encuestas que encargué antes de la realización del RR me daban como perdedor. Yo recuerdo que la persona encargada me dijo: «Señor Presidente, si las elecciones fueran mañana usted las perdería», esa noche no dormí, me cayó como un balde de agua fría aquello, fue entonces cuando hablé con Fidel y él me dijo: «No te preocupes Chávez, que de eso sé yo» y fue cuando se me ocurrió poner en marcha las misiones”.

De manera que, Señor Presidente, esas misiones de las cuales usted hace tanta gala y alharaca, no son más que el resultado de una nueva estrategia creada por Fidel y usted para mantener el poder.

Claro que también podríamos pasearnos por los episodios del 11-A y su vuelta al poder el 13-A, pero no creo que valga la pena. Para cualquiera que tenga dos dedos de frente es fácil entender que si los disparos que ocasionaron tantas bajas hubieran salido de las filas de la oposición, usted no iba a perder la maravillosa oportunidad de crear la comisión de la verdad y con los respectivos estudios de balística habría metido preso a medio liderazgo opositor.

Tampoco vamos a perder mucho tiempo con el asunto de la huelga petrolera, ya que usted mismo declaró públicamente “!yo creé esa crisis, lo reconozco!” “!yo nombré a propósito a Gastón Parra Luzardo en la presidencia de PDVSA para crear la crisis!” , de manera que usted obtuvo lo que quería, poder despedir a 20.000 empleados de la estatal petrolera para poder manejarla a su antojo y con sus ingresos soportar sus financiamientos a otros países y ganar adeptos a su causa. La pregunta acá es, entonces ¿por qué los culpables fueron ellos y no se les reconocieron nunca sus derechos contractuales?

Pero vayamos ahora a analizar un interesante episodio de la historia política venezolana: Las elecciones del 3-D de 2006. esto si es algo de lo cual debemos hablar con franqueza.

Me imagino que usted gozará un imperio (perdón si le molestó la expresión), leyendo los escritos de los articulistas de la oposición y aquellos de los dizque líderes políticos de otrora, relatando historias de lo sucedido, afirmando o bien que ellos vivieron en primera fila el asunto, o bien que la información que les llegó para realizar sus afirmaciones provienen de fuentes privilegiadas y de primera mano. ¿Verdad que le debe resultar comiquísmo ver como nos despedazamos unos con otros y lo divididos que estamos? Lo entiendo. Aunque me duela reconocer que a mí en lo personal, me de una arrechera infinita ver como seguimos divididos por esa gente.

Le reconozco que ganó, porque yo soy un demócrata y he aquí el motivo principal de esta misiva. Usted sabe tan bien como yo, que las elecciones las ganó numéricamente hablando, pero no en buena lid. Usted sabe del realero que tuvo que gastar en propaganda. Usted sabe del ventajismo electoral. Usted sabe de los múltiples cedulados, de la tinta deleble de algunos centros, del carreteo de personas llevadas a votar por obligación o miedo a perder su beca, misión, bolsita de comida, contrato, etc. Usted sabe bien por que el “pueblo” no festejó y que tanto esa misma noche como el día siguiente, las principales ciudades parecían que estaban de luto y no de júbilo. Usted sabe lo mañosos que son en el CNE y la transmisión de la data a través de las captahuellas para identificar quienes no habían votado y el resto de las marramuncias que se hicieron.

Por eso usted está preocupado, porque sabe que su reelección no tuvo sabor a triunfo. Como sucedió con Pirro, Rey de Epiro, cuando para lograr la victoria sobre los romanos los hizo transitar por un angosto pasaje creando para aplastarlos una estampida de elefantes y al ser felicitado por su lugarteniente. Pirro le contestó: ”Silencio, con otra victoria así estoy acabado”. De allí que su “pírrica victoria” no le satisfaga y sabe que los numeritos reales, los de verdad, son otros y que de haber salido a votar ese montón de electores que se abstuvieron y de no haberse dejado presionar los empleados públicos, otro gallo cantaría.

Usted está clarito que cuenta con un buen grupo de gente que votaría por usted siempre, pero que para nada son los reportados por el CNE. Así que ha comenzado a hacer cambios como sustituir a un gentío de su gabinete –claro que simplemente haciendo enroques estratégicos- , insultando públicamente a sus adláteres y culpando de ineficientes y corruptos a quienes hasta ahora le han sido fieles, creando un partido único para que aquel que se le salga de la línea lo pueda raspar sin contemplaciones, creando la falsa ilusión –otra vez- de amplitud y magnanimidad llamando a conversar a la oposición y liberando alguno que otro perseguido político y por supuesto cambiando la constitución para ser reelegido indefinidamente.

Pero yo que me imagino que usted desea pasar a la historia -en el buen sentido de la palabra-. Por eso y aprovechando que usted cuenta con recursos monetarios como ningún otro gobierno en Venezuela haya tenido, hago uso de mi ciudadanía y me atrevo a hacerle una propuesta diferente:

Usted se dedicaría en los próximos 6 años a gobernar para todos, sin exclusiones, sin listas Tascón o Maisanta.

Usted personalmente se encargaría de crear seguridad ciudadana para que los golpeados habitantes de este país volvamos a salir a las calles sin miedo a caer muertos en cualquier esquina.

Usted se dedicaría a tiempo completo a que los entes públicos de este país brinden salud y educación de excelencia a los ciudadanos más necesitados, sin ideologización o partidización de ninguna especie.

Usted se ocuparía que nuestros ancianos reciban una compensación justa por sus años de trabajo para sobrevivir con dignidad.

Usted se dedicaría a supervisar el rescate de nuestra infraestructura para que el país no se siga cayendo a pedazos y se responsabilizaría por terminar las obras que en campaña electoral se inauguraron a troche y moche.

Usted se dedicaría a crear confianza para que retornen los capitales y se abran nuevas fuentes de trabajo y reabran las fábricas.

Usted se aseguraría que se cumplieran las leyes, aunque sea solo la ley de tránsito.

Usted se encargaría de planificar nuestro futuro para cuando los ingresos del petróleo –recurso natural NO RENOVABLE- no existan más.

Usted se encargaría de la humanización de las cárceles.

Usted personalmente asumiría el reto de meter preso a todos los corruptos, empezando por los de su gobierno sin contemplaciones y después siga con los de la 4ª. República.

Usted se responsabilizaría por acabar el enorme déficit habitacional que castiga a nuestra gente.

Es decir, le propongo que gobierne.

Le aseguro, Señor Presidente, que si usted asume mi propuesta y la cumple, los medios de comunicación no podrán hacer otra cosa que reconocer lo positivo de su gestión y no habrá necesidad de cadenas ni de cierres, ni de eliminaciones de concesiones para que todos al unísono difundan su éxito. Hasta un opositor como yo votaría por usted, aunque para serle franco, creo que esta humilde misiva hecha por un ciudadano común, no logrará hacer que usted reflexione y la verdad, no tengo ninguna esperanza con usted.

Creo que seguirá por el rumbo que usted se ha trazado, esta vez sin el apoyo maquiavélico de Fidel y mantendrá a nuestra sociedad polarizada, hasta que las personas que hoy le apoyan incondicionalmente se decidan a cambiar y le retiren su apoyo para siempre.

Creo que usted es caso perdido y pasará a la historia como el peor de los presidentes, cuyo único logro consistió en dividir al pueblo venezolano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario