Hace unos días fue publicado en el periódico “El Nuevo País” de Rafael Poleo, una noticia donde se hacía público un comunicado emitido por el Ministerio para el Poder Popular de la salud (MPPS), dirigido a los Colegios de Médicos, donde se le exigía a los psiquiatras abstenerse de comentar sobre la salud mental del Presidente Hugo Chávez, bajo amenaza de sanciones.
Las preguntas que habría que hacerse son: ¿Cuál es el temor del MPPS sobre la salud mental del presidente? ¿Acaso hay algo inconveniente que conocer sobre su salud mental? ¿Acaso guarda esta prohibición algo que ver con la detención y acusación del ex psiquiatra personal de Hugo Chávez, Edmundo Chirinos?
Recordemos que hace algunos años, antes del golpe de estado -si mal no recuerdo- Edmundo Chirinos fue visitado por el astuto periodista Andrés Oppenheimer, para investigar sobre la salud mental de Chávez. Oppenheimer, publicado con mucho éxito una artículo que tituló “Un loco en el exilio” sobre la salud mental del presidente depuesto de Ecuador, Abdalá Bucaram y quería repetir. Chirinos se negó a cooperar con la entrevista, alegando el secreto profesional, pero el zorro Oppenheimer decidió cambiar de estrategia para lograr lo que quería, ¡y lo consiguió!
Ante la negativa de Chirinos de hablar directamente de Hugo Chávez, Oppenheimer le preguntó, cuáles eran las principales características de la personalidad de Simón Bolívar. Una vez obtenidas las respuestas, Oppenhaimer instigó a Chirinos al decirle que algunas personas opinaban que Chávez se creía Bolívar. Luego insistió que le explicara cuáles eran las similitudes y diferencias que existían entre estos dos personajes, y así el psiquiatra lo soltó todito. Oppenheimer regresó a USA y allá publicó los resultados de su entrevista. Es decir, esa se la debía Chirinos a Chávez. Pero, no seamos mal pensados...
¿Es importante conocer la personalidad de quien rige el destino de un país? Por supuesto que sí. ¿Esta es la primera vez que se analiza la personalidad de un mandatario? Por supuesto que no. Quizás la más célebre, fue la publicada por José Vicente Rangel sobre Jaime Lusinchi, de quien dijo ser bipolar (alternando períodos de euforia con depresión) y una doble personalidad estilo “Doctor Merengue”, impredecible y de baja autoestima. Rangel, José V. (1989a) “La doble personalidad de Lusinchi”. Bohemia, N° 1334, 13 de marzo.
Las preguntas que habría que hacerse son: ¿Cuál es el temor del MPPS sobre la salud mental del presidente? ¿Acaso hay algo inconveniente que conocer sobre su salud mental? ¿Acaso guarda esta prohibición algo que ver con la detención y acusación del ex psiquiatra personal de Hugo Chávez, Edmundo Chirinos?
Recordemos que hace algunos años, antes del golpe de estado -si mal no recuerdo- Edmundo Chirinos fue visitado por el astuto periodista Andrés Oppenheimer, para investigar sobre la salud mental de Chávez. Oppenheimer, publicado con mucho éxito una artículo que tituló “Un loco en el exilio” sobre la salud mental del presidente depuesto de Ecuador, Abdalá Bucaram y quería repetir. Chirinos se negó a cooperar con la entrevista, alegando el secreto profesional, pero el zorro Oppenheimer decidió cambiar de estrategia para lograr lo que quería, ¡y lo consiguió!
Ante la negativa de Chirinos de hablar directamente de Hugo Chávez, Oppenheimer le preguntó, cuáles eran las principales características de la personalidad de Simón Bolívar. Una vez obtenidas las respuestas, Oppenhaimer instigó a Chirinos al decirle que algunas personas opinaban que Chávez se creía Bolívar. Luego insistió que le explicara cuáles eran las similitudes y diferencias que existían entre estos dos personajes, y así el psiquiatra lo soltó todito. Oppenheimer regresó a USA y allá publicó los resultados de su entrevista. Es decir, esa se la debía Chirinos a Chávez. Pero, no seamos mal pensados...
¿Es importante conocer la personalidad de quien rige el destino de un país? Por supuesto que sí. ¿Esta es la primera vez que se analiza la personalidad de un mandatario? Por supuesto que no. Quizás la más célebre, fue la publicada por José Vicente Rangel sobre Jaime Lusinchi, de quien dijo ser bipolar (alternando períodos de euforia con depresión) y una doble personalidad estilo “Doctor Merengue”, impredecible y de baja autoestima. Rangel, José V. (1989a) “La doble personalidad de Lusinchi”. Bohemia, N° 1334, 13 de marzo.
Retornando a la salud mental del presidente, los psiquiatras y sociólogos también pueden realizar a distancia análisis de su personalidad. Los medios de comunicación proveen una fuente inagotable de información a estos investigadores sobre conductas, declaraciones, opiniones, entrevistas, estadísticas, etc. Y ya que lo que es igual no es trampa, enterémonos que han dicho Chirinos y otros expertos sobre la personalidad de Hugo Chávez:
• Es un trabajador activo-negativo. Es decir, es un incasable trabajador a quien le disgusta su trabajo. Por esta razón los resultados de su “esfuerzo” serán siempre mediocres.
• Tiene bajo autoestima. Por tal motivo, tiende a rodearse de incondicionales en vez de expertos, para sentirse superior.
• Dentro de su estructura mental, su rasgo más importante es el ser narcisista, cuyas principales características son: 1) sentido exagerado de la propia importancia, 2) exageración de aciertos y talentos, 3) preocupación con las propias fantasías de poder, 4) demanda excesiva de admiración, 5) sentido de ungido, de benemérito, 6) comportamientos dirigidos a la exclusión de quienes no estén de su parte, 7) carencia de empatía,
• Tiene bajo autoestima. Por tal motivo, tiende a rodearse de incondicionales en vez de expertos, para sentirse superior.
• Dentro de su estructura mental, su rasgo más importante es el ser narcisista, cuyas principales características son: 1) sentido exagerado de la propia importancia, 2) exageración de aciertos y talentos, 3) preocupación con las propias fantasías de poder, 4) demanda excesiva de admiración, 5) sentido de ungido, de benemérito, 6) comportamientos dirigidos a la exclusión de quienes no estén de su parte, 7) carencia de empatía,
8) sentimientos de incomodidad cuando no se es el centro de atención, 9) conductas frecuentemente teñidas de intentos de seducción, 10) despliegue de expresiones cambiantes y superficiales de emoción, 11) uso de la apariencia física o del atuendo para llamar la atención, 12) empleo de un discurso excesivamente impresionista, carente de lógica y precisión, 13) despliegue de auto dramatización teatral y de exageración de emociones, 14) tendencia a sentirse herido con facilidad, 15) otorgamiento de carácter íntimo a relaciones y situaciones que carecen de él o donde no estuvo presente.
• Tiene personalidad histriónica
• Posee personalidad autoritaria
• Es paranoico
• Es mitómano. Es decir, tiende a exagerar y a relatar como ciertas aventuras imaginarias, pues siente que sin su presencia, aunque sea ficticia, en el centro de los acontecimientos, éstos carecen de significación. Por ejemplo, al decir que él había visto con sus propios ojos la represión militar contra la población el 27 de Febrero de 1989 desde Miraflores, cuando en realidad estaba de reposo médico en su casa por lechina.
• Padece de comportamiento derrotista. Es decir, no se trata que insista en mantener y repetir declaraciones o conductas que le hayan traído resultados negativos, porque ha sopesado los costos contra los beneficios políticos, no. Se trata de una especie de conducta obsesiva de propiciar derrotas auto inflingidas. Como ejemplo, podríamos citar los resultados negativos –reconocidos por él mismo- del cierre de RCTV y a pesar de eso continúa cerrando emisoras de radio, o la derrota sufrida el 2-D con la reforma constitucional y la intención de utilizar la habilitante para promulgar las 26 leyes de contrabando con los mismos argumentos negados por los electores.
Todos estos trastornos de la personalidad se han convertido en el peor enemigo de sí mismo y la consecuencia de esto se aprecia en el deterioro de su imagen. En particular, el último trastorno del comportamiento parece ser el que en mayor parte contribuirá a su derrota el 23 de noviembre y su salida del poder.
• Tiene personalidad histriónica
• Posee personalidad autoritaria
• Es paranoico
• Es mitómano. Es decir, tiende a exagerar y a relatar como ciertas aventuras imaginarias, pues siente que sin su presencia, aunque sea ficticia, en el centro de los acontecimientos, éstos carecen de significación. Por ejemplo, al decir que él había visto con sus propios ojos la represión militar contra la población el 27 de Febrero de 1989 desde Miraflores, cuando en realidad estaba de reposo médico en su casa por lechina.
• Padece de comportamiento derrotista. Es decir, no se trata que insista en mantener y repetir declaraciones o conductas que le hayan traído resultados negativos, porque ha sopesado los costos contra los beneficios políticos, no. Se trata de una especie de conducta obsesiva de propiciar derrotas auto inflingidas. Como ejemplo, podríamos citar los resultados negativos –reconocidos por él mismo- del cierre de RCTV y a pesar de eso continúa cerrando emisoras de radio, o la derrota sufrida el 2-D con la reforma constitucional y la intención de utilizar la habilitante para promulgar las 26 leyes de contrabando con los mismos argumentos negados por los electores.
Todos estos trastornos de la personalidad se han convertido en el peor enemigo de sí mismo y la consecuencia de esto se aprecia en el deterioro de su imagen. En particular, el último trastorno del comportamiento parece ser el que en mayor parte contribuirá a su derrota el 23 de noviembre y su salida del poder.
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