Hace tan solo un año Hugo Chávez logró aprobar un referendo para reforma constitucional y poder reelegirse eternamente. Cuando eso pasó, los venezolanos demócratas pensábamos que definitivamente estábamos perdiendo la república, sin embargo, hoy las cosas son muy, pero muy diferentes. La propia ineficacia revolucionaria y la radicalización política presidencial hacen pensar que habrá un cambio político en Venezuela, que no será traumático ni sangriento, sino que se dará por la vía constitucional y electoral.
Chávez se enfrenta al siguiente panorama sociopolítico en la actualidad: rechazo casi total por el segundo cierre de RCTV, esta vez de su transmisión por cable; racionamiento (cortes) de electricidad de entre dos a cuatro horas de duración en todo el país; racionamiento de agua una o dos veces por semana en la ciudad de Caracas y de días, meses y hasta años en el interior del país; escándalo mayúsculo por la intervención de bancos en manos de boliburgueses –todos conocidos testaferros de miembros de la revolución-; inflación galopante que supera la de todo el continente en forma consecutiva, devaluación de la moneda en 100%; escasez de medicamentos, vehículos nuevos, partes de automotores y alimentos; terrible deterioro del sistema de salud; escasez de vivienda que alcanza los 2 MM de unidades; desempleo galopante; delincuencia organizada como nunca antes vista en el país, unas estadísticas espeluznantes de crímenes que alcanzan a 1,5 muertos por hora y protestas de todo tipo tamaños y colores a lo ancho y largo de la geografía nacional.
El breve resumen anterior trae como consecuencia la pérdida de la confianza del venezolano en Chávez y las encuestas, tanto las contratadas por el régimen como las contratadas por la oposición, muestran que esta última logrará controlar la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional en los próximos comicios del 26 de Septiembre y a partir de ese momento, se preparará el camino para la derrota electoral de Hugo Chávez en 2012… si es que para ese momento no ha renunciado.
Soplan vientos de cambio y la esperanza de libertad y democracia vuelve a renacer.
Chávez se enfrenta al siguiente panorama sociopolítico en la actualidad: rechazo casi total por el segundo cierre de RCTV, esta vez de su transmisión por cable; racionamiento (cortes) de electricidad de entre dos a cuatro horas de duración en todo el país; racionamiento de agua una o dos veces por semana en la ciudad de Caracas y de días, meses y hasta años en el interior del país; escándalo mayúsculo por la intervención de bancos en manos de boliburgueses –todos conocidos testaferros de miembros de la revolución-; inflación galopante que supera la de todo el continente en forma consecutiva, devaluación de la moneda en 100%; escasez de medicamentos, vehículos nuevos, partes de automotores y alimentos; terrible deterioro del sistema de salud; escasez de vivienda que alcanza los 2 MM de unidades; desempleo galopante; delincuencia organizada como nunca antes vista en el país, unas estadísticas espeluznantes de crímenes que alcanzan a 1,5 muertos por hora y protestas de todo tipo tamaños y colores a lo ancho y largo de la geografía nacional.
El breve resumen anterior trae como consecuencia la pérdida de la confianza del venezolano en Chávez y las encuestas, tanto las contratadas por el régimen como las contratadas por la oposición, muestran que esta última logrará controlar la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional en los próximos comicios del 26 de Septiembre y a partir de ese momento, se preparará el camino para la derrota electoral de Hugo Chávez en 2012… si es que para ese momento no ha renunciado.
Soplan vientos de cambio y la esperanza de libertad y democracia vuelve a renacer.
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