Veo con honda preocupación la falta de pensamiento estratégico y de planificación anticipada, así como la falta de conocimiento del adversario y la malicia en los partidos de oposición que conforman la llamada Mesa de la Unidad (MUD).
Después de varios años de derrotas electorales y de desengaños políticos de la población, y de haber alcanzado el más bajo nivel en la percepción del electorado opositor, finalmente los partidos políticos se dieron cuenta que el país había cambiado. Que el venezolano, para bien o para mal, se había convertido en un analista político de alto nivel y que la crítica es ahora su principal arma, por lo que exige partidos políticos serios con líderes inteligentes e instruidos y con excelente manejo de la oratoria, así como de excelente apariencia, pero por sobre todas las cosas, con ideas claras y con un proyecto creíble de país.
Lo descrito en el párrafo anterior hecha por tierra las pretensiones del 99.99% de las cabezas de los principales partidos políticos, pues la gran mayoría de ellos no cumplen ni siquiera dos de los requisitos anteriores. En consecuencia, la oposición no tiene un (1) líder, sino muchos aspirantes a serlo.
Y no entremos en las estúpidas discusiones sobre mesías, caudillos o grandes líderes carismáticos. Ni tampoco utilicemos argumentos superfluos que no nos llevan a ninguna parte, como por ejemplo: que la oposición es diferente al chavismo porque es democrática, plural y con multiplicidad de pensamientos, o peor, de ideologías. Lo irrefutable y verdaderamente cierto, es que si existiera un verdadero líder, no serían necesarias las primarias ni tarjetas unitarias o únicas.
Seamos honestos, si Hugo Chávez pierde las elecciones en 2.012 es porque es tan mal gobernante y su gestión de gobierno es tan mala, que muchos de sus seguidores iniciales le han abandonado. Para nada se trata de que la oposición se haya ganado los votos. La gente no quiere ordenar lo que ve en la carta, ni menos las sugerencias del chef, sino que anda buscando por quien votar, como es el caso de Lorenzo Mendoza (Empresas Polar), quien jamás ha dicho que desea ser candidato y ni siquiera ha respondido a los múltiples insultos o provocaciones de Chávez.
ELECCIONES PRIMARIAS
Así pues, es un hecho que necesitamos unas elecciones primarias. Entonces, las preguntas obligatorias serían:
1) ¿Quiénes deberían ser los candidatos para esas primarias?
En mi opinión, todo el que quiera. Al final la diferencia ideológica no existe y como candidatos, exceptuando la edad -desde Hernrique Capriles Radonsky a Enrique Tejera París- no hay muchas diferencias entre ellos. El que gane tendrá asegurado el voto de todos los opositores – sea quien sea- y el de todos aquellos que quieren salir de Chávez.
2) ¿Quién debería conducir el proceso electoral en las primarias?
Pues el CNE. Si ese organismo es validado por los mismos partidos de la oposición para la elección presidencial de 2.012 (y las demás elecciones), ¿por cuál razón no serlo para las primarias?
3) ¿Cuándo debería ser la fecha de las primarias?
Por supuesto que este mismo año (2.011). Si los partidos de oposición fueran astutos deberían tomar en consideración que en primer lugar y basándonos en la estadística que muestra la sobrevida de pacientes con cáncer de colon, Hugo Chávez muy probablemente tenga una mejor salud a principios de año que al final del mismo. Por tal motivo y con el objetivo de preservar el poder, el CNE llamará a elecciones en los primeros seis meses del próximo año. No debemos olvidar, que tal como lo expresó públicamente Luisa Estella Morales (TSJ), se trata de un solo gobierno, donde la separación de poderes no tiene sentido. En segundo lugar, Chávez no la pela cuando se la ponen bombita y si el candidato de la oposición será elegido en febrero de 2.012, sacará ventaja de ello, pues él está en campaña permanentemente y le dejará a la oposición uno o dos meses a los sumo para hacerla.
¿TARJETA ÚNICA O UNITARIA?
Conociendo como conozco al monstruo por dentro, puedo asegurarles que la llamada “unidad” entre los partidos políticos de oposición no es otra cosa que el último recurso que les queda a los partidos políticos de oposición para volver a salir a flote, políticamente hablando. De manera que, si en verdad queremos que esos señores se unan, debemos exigirles una tarjeta única.
¿Cuál es la diferencia entre una tarjeta única o una tarjeta unitaria?
Hasta hora se ha aprobado en la MUD que la tarjeta será unitaria, es decir, cada partido político conservará su tarjeta, con sus colores, pero llevará la foto del candidato de la unidad escogido en las primarias y la palabra “UNIDAD” en la parte de abajo de la tarjeta. Una tarjeta única consistiría en una nueva tarjeta a la que todos los partidos políticos se adherirían para el proceso electoral.
¿Por qué los partidos políticos quieren una tarjeta unitaria y no una tarjeta única?
Muy simple. Ellos quieren seguir estableciendo sus cuotas de poder a través de los votos obtenidos. El que más votos obtenga en la elección tiene más poder, será el enano más grande y tendrá más peso a la hora de tomas de decisiones y conformación del nuevo gobierno. Sí la tarjeta fuese unitaria, no sabrían como aplicar su supuesta jerarquía, pues no tendrían un método para probarlo. En conclusión, lo que los partidos políticos están visualizando es la repartición de la torta -léase poder-, no el interés y el derecho de los venezolanos a ser gobernados por los más aptos. Dicho de forma más sencilla: no se trata de una coalición, sino de una unidad electoral.
Para soportar el argumento anterior debo hacer del conocimiento del lector, que desde ya existe mucha pugna en los distintos estados del país entre los partidos políticos de oposición, pues conociéndoles bien y para ponerlos a pelear, Chávez solicitó que además de las presidenciales se realizaran elecciones de gobernadores y alcaldes en 2.012.
La pregunta obligada es: ¿cómo pueden los partidos políticos de oposición trabajar aromniosamente para conquistar la presidencia de la república, mientras permanecerán enfrentados para conquistar el triunfo en los estados? Amanecerá y veremos.
La pregunta obligada es: ¿cómo pueden los partidos políticos de oposición trabajar aromniosamente para conquistar la presidencia de la república, mientras permanecerán enfrentados para conquistar el triunfo en los estados? Amanecerá y veremos.
Según mi parecer, los venezolanos deberíamos realizar -desde ya- una cruzada para solicitarles a los partidos políticos de oposición que se unan de verdad, verdad. Necesitamos, no solamente un candidato presidencial único, sino además partidos de oposición unidos para alcanzar la victoria en la mayoría de los estados del país y propinarle a Chávez una derrota electoral contundente. Esa es la única vía para acabar con las pretensiones del comunismo en Venezuela.
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