jueves, 16 de diciembre de 2010
EL PAQUETAZO CUBANO
Así fue bautizado por Leopoldo Castillo el conjunto de leyes aprobadas aceleradamente en la Asamblea Nacional por los diputados salientes. La nueva avalancha de amenazas anticonstitucionales que afectan la democracia es Venezuela nuevamente nos amargan las navidades a los ciudadanos de oposición.
¿Qué es exactamente lo que está ocurriendo? ¿A qué se debe esta nueva amenaza?
Para poder entender adecuadamente los movimientos estratégicos del gobierno revolucionario hay que recordar que Hugo Chávez es un militar golpista, que intentó en dos oportunidades alcanzar el poder en 1992 por la vía de facto. Este simple hecho muestra cual es el talante democrático de quien nos gobierna. Otro factor importante a tomar en consideración, es el hecho que Chávez fue la persona infiltrada en el ejército venezolano por la izquierda radical.
Un tercer factor a tomar en consideración, es la situación política de Hugo Chávez en estos momentos. Según Keller y otros encuestadores, Chávez atraviesa el peor momento en su popularidad. Los números que muestran rechazo, se ubican en niveles de 2001-2002, en medio de una crítica situación económica que afecta los bolsillos de todos los venezolanos.
Por último, hay que recordar que sobre Hugo Chávez y sus compinches penden múltiples acusaciones nacionales e internacionales por violaciones a los DDHH y que la pérdida del poder les conduciría inevitablemente a enfrentar la justicia. Por lo tanto, Chávez hará todo lo que tenga que hacer para evitarlo y en esa movida cuenta con la incondicionalidad de sus aliados.
Ante un escenario político donde restan apenas dos años para las elecciones presidenciales del 2012, la sobrevivencia del proyecto revolucionario está contra reloj y depende de recuperar aceleradamente la popularidad, intentando imponer el modelo socialista-comunista y mostrar sus bondades, para mantener el poder.
¿Cómo lograr lo anterior?
Según la visión revolucionaria, la única manera de lograrlo consiste en destruir lo que resta de la estructura democrática-capitalista existente e imponer, por la fuerza, leyes socialistas.
En ese sentido, las leyes aprobadas básicamente cumplen con los objetivos siguientes: mantener a raya la opinión pública con el control de los medios electrónicos (Internet, redes sociales, Blogs), medios de comunicación radioeléctricos (emisoras de radio y TV) con línea editorial opositora; transferir las competencias de alcaldías y gobernaciones hacia las comunas y limitar el mandato de aquellas hasta el 2012, pues en caso de mantener el poder, desaparecerían completamente. Inclusive, se castigará a aquel que “salte la talanquera” pues no pueden darse el lujo de perder la mayoría en la AN. y menos en condiciones de altísima conflictividad.
¿Cuál es la táctica chavista planteada?
En 2004 Chávez logró sortear la difícil situación que se le venía encima con la estrategia suministrada por los Castro, al aplicar las llamadas “Misiones”. Estos programas beneficiaron a la población de menores recursos, tanto económica como socialmente. La idea es poner en manos de la gente el poder económico, a través del llamado “poder comunal”. Por otro lado, a través de confiscaciones de tierras urbanas y rurales; construcción acelerada de viviendas; apropiación de comercios, fábricas y bienes, se intentaría satisfacer las necesidades de los más pobres, retomando la política del “Robin Hood” venezolano.
Los resultados de este tipo de gestión-ensayo no son importantes para la revolución. No importa tampoco si el aparato productivo nacional se viene al suelo. Lo importante es el mantener el poder político.
Ante esta situación, ¿qué hacer?
Es inevitable el enfrentamiento y el sufrimiento que vendrá. Venezuela vivirá en estos dos próximos años una situación política convulsa, que puede tener desenlaces imprevisibles.
Las fuerzas democráticas del país se apegarán a la Constitución y llamarán a la gente a la calle, mientras que los comunistas intentarán imponer por la fuerza su estrategia. Nadie cederá y habrá mucha represión, pues ambos bandos están conscientes que se juegan su futuro y que no habrá mañana.
El ciudadano común deberá tomar partido. No puede ser un simple espectador. Todos debemos involucrarnos en elecciones de consejos comunales, juntas parroquiales o cualquier otro mecanismo de participación, opinión y lucha ciudadana. La sociedad opositora deberá activarse inevitablemente y tomar la calle en defensa de sus derechos. No hay otra alternativa.
El escenario más probable consiste en que mientras esto ocurra se aplicará el débito bancario y se aumentará el IVA. Habrá mucho desabastecimiento y la inflación crecerá. Llegará una nueva devaluación para poder obtener Bolívares y financiar los proyectos. El país se empobrecerá y se multiplicarán todos los males en medio de una gestión regional caótica y mal coordinada. La ineficiencia gubernamental hará crisis. La corrupción llegará a todos los niveles de la sociedad y el ciudadano común protestará más que nunca. La epicrisis habrá llegado.
Ante la situación planteada, la unión opositora es crucial. Esa unión no debe interpretarse como la de los partidos políticos entre sí, sino como la unión de todos los factores de la sociedad democrática y dejar a un lado las críticas malsanas, banales, destructivas y caprichosas, pues los comunistas sabrán sacar partido de cada resquebrajamiento en la oposición.
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