LAS CUENTAS DE CHÁVEZ

Las cuentas no le cuadran... Él mismo les dijo a los venezolanos en mensaje televisado que su futuro político estaba en nuestras manos y lo decidiríamos el 15 de febero de 2009, es decir, en un nuevo plebiscito y hasta rogó que votaran por él.

Dijo que no esperaba menos de 7.500.00 MM votos, que fue lo que obtuvo en diciembre de 2006. Pero, olvida datos importantes. Para aquel momento, la oposición estaba dividida y un sector importante llamaba a la abstención por desconfiar en el CNE. Tampoco había cerrado la señal abierta de RCTV y el movimiento estudiantil no existía.

Pero resulta que además, el 2-D de 2007 se derrumbó el mito de la invencibilidad de Chávez y también que votar era en vano, porque la trampa no nos permitiría ganar nunca. Con la derrota de la reforma constitucional, muchos opositores abstencionistas se convencieron de la importancia del voto, y aquel empleado público o beneficiario de algún programa social que no quería el comunismo y que se arriesgó votando NO, también se percató que el voto es realmente secreto y eso nos llevó a obtener victorias importantes.

Un agravante adicional para la pérdida progresiva de votos de Chávez, se debe al cuidado de los votos en las mesas de votación por parte de los estudiantes, quienes han impedido que los miembros y testigos de mesa, mayoritariamente chavistas, hagan votos fraudulentos a favor de Çhávez, especialmente en las zonas alejadas o muy peligrosas del país.

El cansancio electoral, el agotamiento del mensaje, la obligatoriedad de asistencias a marchas y los permanentes abusos sobre los empleados públicos, los actos radicales y la ineficiencia gubernamental, le llevaron a impedir a los estudiantes demostrar su poder de convocatoria y repetir en la Avenida Bolívar la colosal marcha desde Petare al Colegio de Ingenieros. Pero sobre todo, el objetivo era impedir la comparación entre una deficitaria marcha roja llena de autobuses versus una nutrida concentración de la oposición.

El colmo del abuso ha llegado a utilizar una base de datos de los empleados públicos y de los inscritos en el PSUV, quienes han sido llamados por teléfono, vía Movilnet, para conocer la intención de ir a votar y después pasarles un mensaje grabado por el propio Hugo Chávez, para suplicar el voto.

Cuando los números no cuadran, entonces hay que rogar. Pero, ya no le servirá de nada. Chávez será derrotado nuevamente en el plebiscito del 15-F.